Así lo afirma la Dra. Mercè Salvans (jefe médico de Clinica Salvans, especializada en dolor muscular y articular) destacando los beneficios de una silla ergonómica de rodillas frente a una silla convencional.
La silla de rodillas es una silla ergonómica diseñada para evitar malas posturas a la hora de sentarse. Fue inventada en 1979 por Hans Christian Mengshoel. Posteriormente, algunos diseñadores noruegos como Oddvin Rykken, Peter Opsvik, y Svein Gusrud desarrollaron modelos de sillas que seguían los mismos principios.
A diferencia de una silla tradicional, en la que el asiento está formado de una superficie horizontal paralelo al suelo, el asiento de la silla de rodillas presenta cierta inclinación brindando un apoyo ergonómico de las nalgas. Además, gracias a esta inclinación del asiento, el usuario podrá mantener la espalda lo más recta posible con el fin de prevenir cualquier tipo de dolor de espalda, y evitar tensiones que suelen desembocar en dolor lumbar o dolor cervical. Adicionalmente esta postura obliga al cuerpo a activar su musculatura y facilita, entre otras, una correcta respiración y digestión.
En las sillas ergonómicas convencionales, la espalda tiende a encorvarse y por tanto a perder la lordosis lumbar. En este momento, la espalda pierde su postura natural, y es fácil que aparezcan tensiones en los hombros, cuello y zona lumbar, así como dolor de espalda general.
A pesar de no estar científicamente demostrado, la silla de rodillas como, por ejemplo, la silla ergonómica Variable de la marca Varier, es recomendada por cada vez más especialistas de la salud y del bienestar. Estos, defienden que la mejor forma de lograr una postura natural del cuerpo a la hora de sentarse, y de evitar tensiones, dolores y molestias mientras estamos sentados, es precisamente el uso de una silla ergonómica de rodillas.